Hermano Jazzeal Jakosalem participa en el balance post-COP30: “El mayor fracaso es la falta de compromiso con la desinversión”

El agustino recoleto Jazzeal Jakosalem, director de ARCORES Internacional, participó en el balance de la COP30, subrayando el impacto de la inacción climática en los más vulnerables y la necesidad urgente de desinversión.

La Fundación Pablo VI acogió este martes 9 de diciembre un encuentro entre organizaciones civiles y eclesiales para evaluar los resultados de la COP30 y renovar su compromiso con la justicia climática. En representación de ARCORES Internacional participó el fray Jazzeal Jakosalem, quien denunció la falta de compromiso con la desinversión como uno de los grandes fracasos de la cumbre. Desde recoletos.org agradecemos a la Fundación Pablo VI la invitación a este espacio de reflexión compartida y compromiso ético por la casa común.

Una voz profética desde los márgenes

El martes 9 de diciembre, semanas después de la COP30, representantes de diversas organizaciones de Iglesia y sociedad civil se reunieron en la sede de la Fundación Pablo VI en Madrid para evaluar los resultados de la cumbre del clima y compartir estrategias de compromiso conjunto por la justicia socioambiental. El encuentro, organizado por entidades como Redes, Cáritas, Manos Unidas, o el Departamento de Ecología Integral de la CEE, reunió voces diversas, pero con un objetivo común: seguir avanzando en el cumplimiento del Acuerdo de París y en el cuidado integral de la casa común.

Uno de los participantes fue el hermano Jazzeal Jakosalem, OAR, director de ARCORES Internacional, en representación de la alianza REDES-Enlázate por la Justicia. Desde su experiencia en Filipinas y su participación en cumbres internacionales como miembro de la red Living Laudato Si’, ofreció un testimonio lúcido y urgente sobre la crisis climática.

“El mayor fracaso de esta cumbre fue la falta de compromiso con la desinversión”

En su intervención, el hermano Tagoy ─como es conocido─ denunció el escaso avance real en temas fundamentales como la eliminación de los combustibles fósiles y los planes de desinversión. “La falta de compromiso con la desinversión es el mayor fracaso de esta cumbre”, afirmó con contundencia, refiriéndose a las consecuencias devastadoras de la inacción climática que se viven en lugares como Filipinas, donde tifones sucesivos han dejado miles de muertos y millones de damnificados.

Pese a estos contextos de dolor, ni siquiera los gobiernos más directamente afectados han firmado acuerdos de desinversión. ¿La causa? Los intereses económicos y el miedo, como también señalaron otros ponentes del encuentro. “No querer cambiar el estilo de vida” fue una de las conclusiones más repetidas.

Un imperativo moral compartido

El encuentro fue también una ocasión para poner en valor la voz de las comunidades más afectadas y de quienes trabajan por sus derechos. Según María del Carmen Molina, miembro del Departamento de Ecología Integral de la CEE, uno de los avances fue precisamente “haber escuchado a los más vulnerables, especialmente a los pueblos indígenas y las entidades eclesiales que los acompañan en América Latina”.

En medio del balance de luces y sombras, los participantes coincidieron en subrayar la urgencia de fortalecer el multilateralismo frente a los bloqueos geopolíticos y de construir una sociedad civil más unida y fuerte, capaz de exigir políticas públicas coherentes y cambios reales de mentalidad.

Desde la aconfesionalidad y el mundo eclesial, el consenso fue claro: el compromiso ecológico no es solo técnico, es un imperativo moral. “Una sociedad civil informada y activa es clave para que haya paz”, recordaron citando el reciente mensaje del Papa Francisco a la COP30.

La participación del hermano Jazzeal Jakosalem en este evento refuerza el compromiso de ARCORES y de toda la familia agustino recoleta en la defensa de la justicia climática, con una mirada especial hacia los más pobres y excluidos, en fidelidad al Evangelio y al magisterio de Laudato Si’.