Naiara Sagasti es alumna del colegio agustino recoleto de Rosario (Argentina). Con 15 años, es campeona nacional de patinaje sobre ruedas y está representando a su país en los mundiales de Barcelona. Sus éxitos los vive desde el respeto, la humildad, la alegría y el compromiso.
Los patines están sustentados por cuatro finas ruedas, todas colocadas en línea. En el patín carrera, una de las modalidades del patinaje, los elementos técnicos de estos aparatos pueden ser determinantes para alcanzar la victoria. Los campeones suelen calzar patines de titanio, ligeros y que permiten mayor movilidad. Los patines de Naiara son los más sencillos del mercado. No tienen piezas especiales. No las ha necesitado para ser campeona de Argentina de patín carrera con apenas 15 años. La normalidad de sus patines demuestra su naturalidad en la victoria.
Naiara Sagasti es alumna del Colegio Nuestra Señora de Luján, de los Agustinos Recoletos, en Rosario (Argentina). En las aulas es una más, aunque sus profesores y compañeros se sienten orgullosos de tenerla entre ellos. “Es un honor”, afirma el director del centro, Luis Tesolat. Desde el pasado 4 de julio, la joven campeona representa a su país en los Mundiales de Patinaje 2019 (WRG, por sus siglas en inglés) en Barcelona (España). A miles de kilómetros de distancia, toda la comunidad educativa sigue con atención su desarrollo en la competición. “Me decían que se están emocionando más que yo”, dice Naiara.
Para su humilde familia, todo lo que está viviendo la atleta es un sueño. Naiara es campeona, aunque podríamos decir que lo es de manera precoz. Aún pertenece a la categoría prejuvenil, pero consiguió la medalla de oro y está compitiendo en los mundiales en la categoría juvenil. Su abuela Irma no puede ocultar su emoción. La constancia y el sacrificio de su nieta están dando resultado. “Su día a día consiste en ir a la escuela, después al gimnasio, hacer la tarea y acudir al entrenamiento”, explica. Y así todos los días, excepto los domingos, desde los ocho años.
Humildad en la vida diaria
Dicen de Naiara que es tímida y algo reservada. Le cuesta transmitir sus emociones, aunque en su interior tiene grandes valores. Ante todo, un espíritu competitivo y ganador que le hace seguir trabajando. Pero sobre todo destaca su humildad. Para ella tiene una explicación aparentemente sencilla: “Fuera del patín no soy nada; no tengo de lo que presumir”. Luis Tesolat asegura que, si no le preguntan, Naiara no cuenta sus logros.
Pero la humildad no solo se demuestra en la ausencia de palabras de orgullo; también en las acciones cotidianas. Tiene muchos entrenamientos cada semana, además de las competiciones. Pese a ello, el director del colegio relata que “jamás ha pedido nada especial ni ventajas”. Cuando una competición coincide con un examen, piden que se lo adelanten, teniendo incluso menos margen para prepararlo.
Y es que, además de destacada deportista, Naiara es buena estudiante. Sus notas son altas, al mismo nivel que su grado de compromiso. Es una joven muy dedicada a lo suyo: el estudio y el deporte. “Cuando termina sus carreras, se pone a estudiar”, explica su abuela, quien dice además que a los mundiales ha llevado consigo sus libros para no quedarse atrás. “El patín carrera no es un deporte como el fútbol, no puedes ganar mucha plata; por eso, a veces prefiero estudiar a patinar”, relata la campeona.
Valores agustinianos en el deporte
Naiara Sagasti lleva a la práctica en el deporte y en la vida cotidiana los valores que aprende en la escuela. Su abuela destaca el respeto: “Estamos en un mundo en el que todos te llevan por delante; el colegio le ha enseñado a respetar a todos, al rival y al compañero”.
Sacrificio, alegría, profesionalidad, responsabilidad. El director del centro resalta la “integridad” entre lo académico, lo deportivo y lo personal. “Combina muy bien en su día a día la base de la educación agustiniana: mente y corazón; es una campeona en los valores agustinos recoletos”, dice Tesolat.
La fe es sin duda el sustento de todo esto. El director del Colegio Nuestra Señora de Luján cree que tiene “una fe inquebrantable a pesar de los obstáculos”. Su abuela le dice siempre antes de cada carrera que confíe en Dios, y no tiene por qué preocuparse. “Siempre noto la ayuda de Dios, sé que algo me protegerá si me pasa algo en la carrera”, dice la campeona de Argentina de patinaje.
Son muchas las victorias de Naiara Sagasti. Ser orgullo para su familia y sus compañeros es la primera. Pero, a su edad, posiblemente la mayor sea compatibilizar mente y corazón; es decir, estudio y deporte. «Y siempre con una sonrisa».
Commentaires